En el extenso coro celeste, donde cada ser de luz cumple una misión de amor y protección, se alza el nombre del Arcángel Barachiel, cuyo significado es “Bendición de Dios”. Este arcángel, menos nombrado que otros como Miguel o Gabriel, tiene sin embargo un lugar profundamente valioso en la tradición espiritual, pues es considerado el distribuidor de las bendiciones celestiales sobre la humanidad.
Barachiel es descrito en antiguos textos como un ángel de gran dulzura, protector de las familias y amigo de quienes buscan prosperidad y paz. Su energía se siente como una lluvia de pétalos que acaricia suavemente el corazón y despierta en el ser humano la gratitud, la esperanza y la confianza en la abundancia divina.
En la iconografía esotérica, Barachiel suele aparecer con una canasta de flores, símbolo de los dones y bendiciones que distribuye a quienes lo invocan con fe. Se dice que bendice no solo los hogares, sino también los caminos, protegiendo a los viajeros, los niños y toda persona que abre su corazón al bien.
Su papel en el mundo espiritual y esotérico
En el esoterismo, Barachiel se asocia con la protección del hogar, la fertilidad y la armonía familiar. Muchos lo invocan para bendecir nuevos proyectos, matrimonios, nacimientos o cuando desean alejar energías de envidia y rencor. Su presencia se percibe luminosa y suave, infundiendo paz en situaciones difíciles y reforzando la fe cuando nos sentimos desamparados.
Meditar con Barachiel es abrirse a recibir sin miedo, confiando en que la gracia divina llega a cada rincón de nuestra vida cuando dejamos atrás pensamientos de carencia o indignidad. Su mensaje es claro: todos somos merecedores de las bendiciones del Creador.
¿Para qué se le invoca?
- Para bendecir el hogar y la familia
- Para proteger a los niños y a los seres queridos
- Para favorecer nacimientos y matrimonios
- Para recibir abundancia y prosperidad
- Para alejar energías negativas y envidias
- Para mantener la paz interior y la gratitud
Oración de invocación al Arcángel Barachiel
Amado Arcángel Barachiel,
mensajero de la bendición divina,
te invoco con humildad para que extiendas sobre mí tu mano protectora.
Derrama tus flores de gracia sobre mi vida, mi familia y mi hogar.
Protege cada paso que doy, limpia los caminos de obstáculos y resentimientos,
y haz que la abundancia y la paz florezcan a mi alrededor.
Que tu bendición me acompañe hoy y siempre.
Amén.