Simboliza a Júpiter, en la rueda de la fortuna está todo y sobre todas las cosas incluso la suerte, el cambio y la fortuna. Señala casi siempre buena suerte. La parición de esta tarjeta indica la abundancia, felicidad, elevación, suerte. Un cambio que apenas sucede, y trae con él gran alegría. La Rueda de la Fortuna simboliza el constante cambio de ciclo de la vida, las victorias y las derrotas, los buenos y los malos momentos, los golpes inesperados de suerte, los éxitos y los fracasos: la dualidad de las cosas.
La Rueda de la Fortuna representa un avance, una feliz conjunción de circunstancias. Su energía también sugiere lo imprevisible, el azar, la sorpresa, los cambios súbitos y el destino que pone término a malas épocas anunciando la buena fortuna, y estimulando el crecimiento y el desarrollo. Es una de las cartas en cuyo centro no aparece una figura humana. Representa el descubrimiento de nuestros modelos y ciclos vitales, la revelación de nuestro propósito en la vida, la comprensión de que nada es permanente, de que todo fluye constantemente. En una coyuntura negativa, la carta puede significar fracaso, mala suerte, abuso de los juegos de azar y un giro hacia tiempos peores.