La Sacerdotisa, Sofía, es el conocimiento rescatado del mundo interior, es el conocimiento que emerge como talento, como virtud, como recuerdo arcaico. La Sacerdotisa posee un libro, el libro de las perspectivas, el papiro que mantiene sobre su regazo es el libro de la vida de cada uno de nosotros y de la historia de la humanidad. Es el Anima Mundi, contenedora y guardiana de los misterios de la naturaleza.
Existe una gran catedral en el mundo etérico, en el sótano de la misma hay una gran biblioteca donde se encuentran archivados gran cantidad de libros: uno por cada alma existente. En estados alterados de conciencia, ensoñaciones, visiones, intuiciones y sueños podemos viajar a esa biblioteca y acceder al libro de nuestra memoria ancestral, que nos habla sobre nuestras vidas pasadas y futuras, donde pasado, presente y futuro son Uno. La Sacerdotisa nos conecta con lo atemporal.
La Sacerdotisa es una mujer representada por un Arquetipo lunar. Ella administra el acceso a todo lo que puede ser conocido por una persona, primero debe dar su autorización ya que no todos podrían soportar la entrada al mundo irracional. Ella no solo representa la voz interior de cada quien, sino también del conocimiento. Este conocimiento no es la voz interior del Loco que nos llega inconscientemente, representa más bien la sabiduría que se alcanza por introspección. La Sacerdotisa sabe esperar el momento adecuado, no tiene prisa por conocer porque sabe que todo llega cuando debe llegar. Ella es el puente con la mente universal, es decir, cada pensamiento, cada acto, cada circunstancia queda registrado en el éter, ese éter es el Akasha, la memoria etérica de la tierra. La tierra tiene también su aura como la poseen todos los seres vivos y así como dentro de nuestra aura tenemos la información de nuestras vidas pasadas que han modelado nuestro cuerpo actual, la tierra en su cuerpo etérico conserva cada palabra, cada pensamiento humano desde el comienzo de todos los tiempos. A eso se le llama la mente universal o inconsciente colectivo.