Para purificar tu hogar, necesitarás incienso de sándalo, una vela blanca, sal y vinagre. Después procederemos de la siguiente manera. En un plato colocamos sal y hacemos sobre ella una cruz con vinagre. Si se pone verde, es que las vibraciones de nuestro hogar pueden ser negativas y debemos limpiarlo profundamente.
Abrimos las ventanas de la casa, quemamos una varita de incienso y nos paseamos con ella por todas las habitaciones rezando una oración. Seguidamente, se cierran las ventanas y se enciende la vela blanca en el lugar que menos riesgo pueda haber de incendio.