El amarillo es el color primitivo de las velas, cuando se extraía la cera del panal y era utilizada directamente en su fabricación, sin ningún otro procedimiento intermedio. Se puede decir que es la vela en estado puro. Este color se relaciona con los aspectos materiales del ser humano, con los intercambios comerciales, la lógica, el orden y el razonamiento.
El amarillo tiene también su particular influencia en el ego de las personas, en su personalidad, favorece tanto al hombre como a la mujer y en cuanto a la salud incide más en el sistema nervioso. La vela amarilla es la vela de la comunicación, representa a la vez la cotidianidad y la dispersión, es un instrumento adecuado para ayudarse en la búsqueda de la iluminación espiritual y para contener el egoísmo de las personas.
Retrotrae al individuo a los años de la infancia, pues es uno de los colores básicos. Puede utilizarse en todo su espectro, desde el amarillo más suave hasta el más chillón. Invita al entretenimiento y a la diversión. El día de su utilización preferente es el miércoles, debido a que es el día en que el rito tendrá más posibilidades de alcanzar su objetivo, puesto que es conocido por su capacidad de ejercer una influencia positiva en las transacciones comerciales.
Los nacidos bajo el signo de Virgo y Géminis son los protegidos por la vela amarilla. El primero es el más disperso y representa el orden y la virtud. Géminis es el luchador altruista.