Es la vela de la justicia, la ecuanimidad y frialdad. Actúa positivamente cuando queremos tranquilizar o ayudar a calmar a las personas enojadas. Si bien es un color que no se usa mucho en rituales religiosos ni mágicos, puede ser eficaz en muchos momentos que se necesite de mantener relaciones amorosas o promover una estabilidad en las relaciones.
Es conveniente para aquellas personas que estudian o tienen un trabajo donde el nerviosismo es una constante. El efecto del color azul en la mente es de crear una conciencia orientada hacia la propia responsabilidad en los actos, por ello es un color que no todos deberían usar indiscriminadamente ya que en muchas ocasiones sería necesario trabajar con otros colores hasta obtener la seguridad de actuar con responsabilidad en la vida y asumir las consecuencias de sus actos. Esta vela, en el ritual, es para los pedidos de justicia, orden, tranquilidad, enfriar relaciones.