A pesar de ser un color generalmente denostado por sus connotaciones macabras, por representar el luto, y por la imagen negativa de la magia negra, en el contexto de la magia de las velas es un color positivo puesto que, al contener todos los colores, es utilizado para recoger toda la energía negativa y eliminada del entorno donde se desarrolla la ceremonia ritual de invocación. La vela negra sirve de ayuda para abrirse camino entre la oscuridad de las tinieblas.
El negro es el complementario del blanco y se utiliza en la ceremonia de invocación como vela de acompañamiento, para reforzar la fuerza de la vela principal ayudándola a llegar al objetivo propuesto. El día de utilización preferente es el lunes, cuando se micra la jornada laboral y cuando más conviene limpiar de impurezas el entorno para poder captar sin interferencias la energía positiva.
Capricornio es el signo del zodíaco que mejor define las características y simbología que se le atribuyen a la vela negra. Capricornio es un signo inestable, capaz de lograr lo mejor pero también de caer en desgracia, y por ello la vela negra ayuda a eliminar la parte negativa que existe en el entorno e incluso en el interior del individuo para quien se realiza la invocación.